4 buenas razones para recuperar las recetas de cremas y purés

Las recetas de cremas y purés parecen pensadas especialmente para el otoño y el invierno. A las puertas, como estamos, de esta época del año, conviene repasar por qué incluir estas opciones en nuestra dieta es siempre una buena idea.

 

Recetas de cremas y purés: ¿son la misma cosa?

Aunque resulta bastante habitual utilizar crema y puré de forma indistinta, parece que en los últimos tiempos el puré ha quedado más relegado para designar a la comida triturada propia de la alimentación complementaria infantil.

En realidad, ambos términos provienen del francés: crema de “crème” y puré de “purèe” y coinciden en designar platos basados en una serie de alimentos triturados. Con la pequeña diferencia de que la primera suele ser como una sopa de espesor medio y los purés tienden a tener mayor densidad en su textura.

Si bien son recetas arraigadas en la cocina tradicional desde la antigüedad, y cuyo origen específico es difícil de delimitar, la vinculación con Francia es crucial ya que allí se registró la técnica específica de cocinado que caracteriza a los purés.

 

Beneficios de incorporar recetas de cremas y purés a la dieta

El hecho de que sus ingredientes principales sean verduras y legumbres hace de estas recetas una opción con altísimos valores nutritivos, con potentes dosis de vitaminas y minerales concentradas en un cuenco.

Ya solo esto sería una razón de peso para incorporar las cremas y purés en nuestro día a día… Pero, a mayores, veamos 4 razones más para potenciar estos platos:

 

  • Su elaboración es rápida y sencilla; además de permitir una enorme versatilidad gracias a las innumerables posibilidades en la combinación de ingredientes.

 

  • Son platos completos, pero ligeros. Por lo tanto, pueden ser una gran opción, por ejemplo, para las cenas.

 

  • Aunque saciantes, son comidas especialmente digestivas y no suelen proporcionar calorías ni grasas en exceso.

 

  • Ofrecen un alto contenido en agua, por lo que combaten problemas como la retención de líquidos.

 

 

Hazle hueco a las legumbres en las cremas y purés

Muy acusadas de resultar “pesadas”, lo cierto es que esta cualidad es prácticamente inexistente cuando se utilizan las legumbres en formato de crema o puré. Y su uso permite enriquecer enormemente la dieta, además de beneficiarse de todo lo que aportan la familia de las leguminosas: sus hidratos de carbono, proteínas de origen vegetal y sus componentes altos en fibra, minerales y vitaminas, por ejemplo.

Ya sean frías o calientes, se pueden encontrar múltiples opciones y variedades ¡para no aburrirse nunca! Aquí van 2 opciones con las que no se puede fallar…

  • El clásico hummus, no deja de ser una crema fría de garbanzos. Además, con el Kit Hummus de Luengo, en 5 minutos ¡está listo! Más rápido, imposible.

 

  • ¿Qué tal una crema de lentejas, pero con un toque especial? Añadiéndole un toque de curry y unas verduras crujientes llevarás a esta crema a otro nivel, para disfrutar de un plato tradicional con toques innovadores. Puedes hacer esta receta paso a paso hoy mismo.

 

 

Visto lo visto ya no hay excusa para convertir a las recetas de cremas y puré de verduras y legumbres en las protagonistas indiscutibles de este otoño/invierno. ¡Que las disfrutes!