Musaka de lentejas

Si escuchas la palabra musaka lo primero que te viene a la cabeza es… (déjanos adivinar) Grecia. Y… bueno, no vas mal encaminado, es sin duda la receta más conocida y popular pero su origen no es este. Esta elaboración se atribuye a la zona de Oriente Medio, de hecho fueron los árabes quién introdujeron su versión de esta receta en la cultura griega, que posteriormente se adaptó y modificó a gusto y antojo de unos y otros. En otros países se elabora con patata en lugar de berenjena o se sirve fría como una especie de ensalada.

Fue Nikolaos Tselementes, considerado el padre de la cocina moderna griega, quien introdujo un elemento que hasta entonces la musaka no contenía y que es uno de los ingredientes que la hacen tan suculenta: la bechamel. Y es que no hay griego que no tenga en su casa el libro de recetas que marcó un antes y un después en la forma de cocinar de su país.

Tselementés, fue un ‘chef ‘ que tras haber pasado y estudiado diversas cocinas del mundo, publicó a principios del siglo pasado un compendio de recetas que incluía platos que revolucionaron la gastronomía tradicional. Este libro pasó a ser y sigue siendo la ‘biblia’ de la cocina griega,tanto es así que actualmente el nombre que reciben los recetarios es tselementés, independientemente de quién sea su autor. La musaka de tselementés, como decíamos, es de las más populares e incluye berenjena, cordero, tomate y bechamel. Ingredientes y sabores muy comunes de la cocina mediterránea. Es muy parecida a la lasaña por la disposición de alimentos en capas, pero no lleva pasta, sino que estos ‘pisos’ son de berenjena. En lugar de cordero quisimos vegetarianizar y darle un twist aún más molón a esta receta. Y es que, si Tselementés incluyó la bechamel ¿por qué no íbamos a incluir nosotros nuestras lentejas? Os aseguramos que la mezcla de texturas y sabores es exquisita.

Recuerda que para que para conseguir alabanzas por este plato es importante ponerle mimo a cada uno de sus pisos. Para que la berenjena no amargue recuerda dejar las rodajas con sal en una fuente y déjalas reposar, pasados unos minutos has de retirarles la sal y secarlas. Ya están listas para ser cocinadas sabiendo que quedarán excelentes. Como sustituiremos la carne por lentejas nosotros hemos optado por las lentejas cocidas con verduritas, así le aportaremos en un solo gesto un extra de ingredientes y sabor. Y el colofón de cariño se lo has de poner a la bechamel, será lo que recubra el resto de capas. Este truquillo de abuela te va a servir de mucho: añade la leche muy despacio a temperatura ambiente y mueve de forma constante la mezcla para que los ingredientes se integren uniformemente. De esta manera, evitarás los temidos y detestables grumos.

No queremos ser exagerados pero podríamos estar comiendo esta musaka de lentejas ¡día sí. y día también!

Vídeo musaka de lentejas